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Los benjamines de primer año en su debut en casa

Ni la mañana fría ni el madrugón iban a detener a los benjamines en su debut en casa. Los minirraptors pisaban el parqué del pabellón con la única intención de ganar, de lograr una victoria para demostrar que lo enseñado en Distrito Olímpico no era anecdótico y, sobre todo, para dedicárselo a Jorge, cuya herida en el último entrenamiento nos dejó sin él para el choque.


Salieron volcados a por el triunfo desde el pitido inicial, lo consiguieron con solvencia y pudieron cumplir con su deseo. El equipo jugó desde el inicio con mucho ritmo, atentos en defensa y aprovechando las recuperaciones atrás para salir con velocidad para lograr canastas fáciles. Es inevitable cometer errores defensivos, no es fácil a esta edad tan temprana mantener un nivel alto de concentración atrás durante todo el partido pero el Juande está siendo capaz de ser firme en las marcas muchos minutos. Y si encajas poco, tienes casi todo hecho para ganar.


El 12-3 del primer parcial anticipaba como sería el resto del encuentro. Nuestros pequeños se hacían gigantes en la lucha del rebote ofensivo al igual que en Distrito, lo que se empieza a convertir en tendencia y, a la larga, puede resultar fundamental para llegar lejos. A esto se une que el talento individual de algún minirraptor es desequilibrante y que el juego combinativo también está mejorando, lo que conforma una mezcla poderosa.


Todos los chicos aportan y se sienten involucrados. Así, el camino siempre resulta más sencillo. 29-7 al descanso. La diferencia era tan amplia que el equipo lo notó en la reanudación, saliendo algo frío al campo. Después de cuatro minutos sin anotar llegaron los puntos para resolver. La defensa seguía siendo poderosa y no se concedió canasta hasta el último minuto del cuarto.


Con la victoria asegurada, el Juande selló un gran parcial para cerrar marcador y conquistar su segundo triunfo en dos partidos.


Seguimos.

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